Gota de lluvia refrescante. Después de una lluvia de verano, el húngaro András Mészáros fue al bosque con su cámara y encontró a estahormiga bebiendo plácidamente sobre el pétalo de una flor. “La belleza de la macrofotografía es el mundo que revela, toda esa actividad en miniatura que de otra manera no veríamos”, explica el autor de la foto ganadora en la categoría “Comportamiento animal”.
El buzo zambullido. Este alcatraz se dio un buen chapuzón para poder pescar unas sardinas. El ruso Alexander Safonov fue testigo del momento, y la foto le valió ser finalista de la categoría “Mundo submarino”.
Secuestro oportunista. Un águila americana (Haliaeetus leucocephalus), que normalmente come pescado, da caza a un pequeño pájaro que se le ha puesto "a tiro".
El cuento del lobo. El fotógrafo abulense José Luis Rodríguez ha obtenido el primer premio de esta edición con esta imagen nocturna de un lobo ibérico saltando una valla. Su intención era capturar una foto en la que pudiera verse a un lobo en el acto de cazar pero sin sangre. Y lo ha conseguido.
El rey de la montaña etíope. Retrato de un gelada (Theropithecus gelada) macho, con un look impecable, captado por el estadounidense Joe McDonald.
Toldo de salsifis. La española Ana Retamero obutvo con su cámara esta imagen de los delicados “paraguas” de los salsifis de prado. Ha obtenido el primer puesto de la categoría “Elogio a las plantas”.
Sombrero real. El joven británico Sam Rowley alcanzó el primer puesto en la categoría de jóvenes fotógrafos de 11 a 14 años por este contraluz de un ciervo llevando en su cabeza una auténtica corona hecha de ramas y hojas caídas durante el otoño
Vía Muy Interesante
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